lunes, 23 de mayo de 2011

REENCUENTRO DESPUES DE TRES DÉCADAS




Dos hermanos se reencuentran después de tres décadas

Los hermanos Alberto y Pedro Velásquez Marcos, protagonizaron un acto muy especial en la aldea Estrella Polar, ubicado en el vértice norte del municipio de Chajul en el departamento de Quiché quienes se reencontraron después de 29 años de separación debido al rompimiento familiar provocado por el conflicto armado interno.

Según información brindada por Juan Enrique Santiago Brito del programa Todos por el reencuentro de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, éste es el resultado del esfuerzo que esta institución realiza por lograr que familiares quienes por salvaguardar su vida debieron dejar su tierra natal y refugiarse a otro lugar, éste fue el caso de estos dos hermanos.

Según Pedro, el mayor de los dos hermanos Velásquez Marcos, en el año de 1980 ellos vivían en la finca Covadonga siempre en el vértice norte de Chajul, cuando un día, cuya fecha no recuerda exactamente, se vieron obligados a huir porque el ejercito atacó a la población civil, y por eso cada quien se dirigió al lugar que consideraba más seguro, él junto a su esposa y sus hijos se escondieron a orillas del río Panchitas, pero después de unos días debieron salir porque el hambre les afectaba.                                                                         

Agrega Velásquez que aun recuerda cuando ya no aguantaban el hambre después de varios días escondidos y ante el temor de que alguien de la familia falleciera por hambre, su papá don Antonio Velásquez y su mamá María Marcos confiadamente salieron de su escondite para ir a la casa a traer mazorcas, sin embargo el ejercito tenía bien rodeada la aldea por ello al llegar fueron detenidos y desde ese entonces ya no supieron más de su paradero.

El padre de los Velásquez Marcos, ya de mayor edad, dijo al momento del reencuentro que no recuerda nada de la historia, solo lo que le han contado, a pesar de que él fue una de las víctimas directas agregó que únicamente recuerda que llevaba de la mano a su hija María Velásquez Marcos pero porque ya no la podía cargar más la tuvo que dejar regalada a una familia en la finca Santa Delfina, a cercanías de la Aldea Ilom, en ese entonces la niña tenía 3 años.

Pedro indicó que después de haber perdido a sus familiares decidió rehacer su vida trasladándose a San Benito Petén, donde reside en la actualidad y que ahora se dedica a proclamar la palabra de Dios, pues es predicador evangélico y agradeció a la Liga Guatemalteca por hacer realidad este encuentro emotivo, en tanto que personal de la institución  indicaron que este año cumplen doce años de investigaciones.

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